Recientemente leí un artículo que trataba brevemente el tema de la Responsabilidad Social Empresarial en Centroamérica y entre sus primeras líneas encontré una idea lógica y hasta obvia, pero increíblemente difícil de aplicar a este paisito tropical. Decía que las empresas, principales indicadores de la competitividad de un país en muchos sentidos, deben ser rentables no sólo para sobrevivir sino para estar en capacidad de establecer nexos tangibles y perdurables con la sociedad en la que operan para que esta prospere, pero más importante, para ayudar a asegurar su desarrollo. Ahh.... el bendito desarrollo. Si la cantidad de desarrollo de este país fuera directamente proporcional a la cantidad de veces que se menciona esta palabra. Si tan sólo... Pero como muchas otras cosas que se ven a diario, que van en sentido contrario a toda lógica, parace que es al revés.
Los nexos, decía el artículo, entre estas empresas rentables y una sociedad próspera, definen en gran medida cuánto ésta puede progresar y cuántas oportunidades pueden surgir para impulsar y no detener, o en ciertos casos invertir el desarrollo. Francamente escribir estas líneas me llena de tristeza y frustración cuando pienso en lo que está pasando en Panamá y cómo todo un país está dejando que pase frente a sus ojos. Como sociedad muchas veces somos egoístas, avaros, codiciosos y finalmente deshonestos hasta con nosotros mismos porque no es posible que se tenga en las manos planos para erigir todo tipo de estructuras monstruosas disfrazadas de grandes proezas arquitectónicas pero inconsistentes con la realidad de nuestro paisaje, a la vista signos contundentes que alertan sobre una catástrofe inminente pero disimulados con mercadeo barato, todo un paquete de información sobre el tema al alcance y no pensar que nada de eso nos va afectar negativamente. Tal vez al final de cuentas lo que más somos es ingenuos.
No he viajado tanto como me hubiese gustado, pero sí lo suficiente como para haber aprendido que en otros lugares, tanto de este lado del charco como del otro, hay un elemento que ha tenido una presencia ineludible dentro de la construcción de las ciudades o más bien de las sociedades: la sostenibilidad, la capacidad de beneficiar de manera genuina no solo a quienes viven en el presente sino a quienes ocuparán nuestros puestos en el futuro. Eso lo pensé la primera vez que viajé como adulto jóven y vi las diferencias físicas y aquellas que sobresalen entre nuestra actitud y la que se percibe en otros lugares del planeta. Un ejemplo es el principio de la Responsabilidad Social Empresarial, que más que un título atractivo que colgar en las paredes de las oficinas, es una cuestión de actitud y hasta de crianza. Los niños que ven que sus padres trabajan y funcionan sólo para beneficiar a la economía familiar y no para aportar a la sociedad en la que viven son criados con la idea de que lo importante en la vida es tu propio bienestar por encima del de los demás y por encima de cualquier consecuencia que la búsqueda de esto tenga para quienes nos rodean. Tal vez por eso me asomo por la ventana de mi apartamento y veo cómo mes tras mes me han ido tapando la vista que tuve otrora, edificios colosales puestos ahí por gente a quién no le importa que ahora habrá más contaminación en el aire y en el agua y menos árboles; más residentes en la misma área contribuyendo al volumen de aguas servidas; un tránsito vehicular que las calles de la ciudad, pobremente planificadas, ni remotamente soportan y un soberano caos por donde se mire. Me cuesta creer que en todos los años que llevo consciente de las diferencias entre Panamá y lugares en los que se aprecian la naturaleza, las edificaciones con valor histórico y cultural y otras riquezas -que abundaban aquí, ahora no tanto- no se haya modificado nuestro rumbo. Todo lo contrario, hemos puesto el pie en el acelerador y vamos a toda máquina embistiendo de frente al principio de la sostenibilidad y a la planificación lógica y minuciosa de los espacios en los que vivimos.
Este monstruo es difícil de combatir, anda agitando billetes frente a las narices de personas en posiciones clave con una disposición y falta de principios también claves y así va haciendo girar silenciosamente las piezas de su engranaje. Se puede encontrar algo de consuelo en el hecho de que asimismo, también de manera silenciosa y tal vez hasta imperceptible, se puede empezar a hacer una diferencia con acciones pequeñas, cosas del día a día, que si se suman pueden llegar a parársele de frente al monstruo. Esas acciones, a su vez, servirán de ejemplo a nuestros hijos y ellos aprenderán a ser responsables por su pedacito de Tierra, se les creará la consciencia de que con cada acción que tomen se enfrentan a la decisión de cavar su propia tumba o sacarse ellos mismos del hueco pues nadie más lo hará en su lugar. A pesar de los muchos matices y manifestaciones de este problema la solución no necesariamente requiere el análisis o intervención de físicos nucleares, tal vez sea cuestión de abrir los ojos y remar todos en la misma dirección.
3 comments:
Greta, siempre me ha llamado la atención cómo en Panamá existen TODAS las multinacionales del mundo y ninguna de ellas hace un aporte significativo al país. No hay una política que incentive (sólo funciona así, desafortunadamente) fiscalmente empresas que den su granito de arena a la cultura y el desarrollo de Panamá. No hay teatros, ni bibliotecas, ni parques, ni centros culturales, ni gimnasios, ni nada hecho con los millones que nuestro pueblo le da a estas grandes corporaciones. Una verdadera verguenza y un atraso total de todas estas compañías que se dicen "modernas". Se está hablando mucho del Branding Experience...no creo que en Pamamá todavía hayan escuchado hablar sobre esto.
Greta, hablando en serio, por qué no publicas en el periódico este escrito? Excelente.
por eso digo muchachas, el panameño es dizque vivo, pero en realidad somos un pueblito ingenuo que no sabe ver más allá de sus narices... pity...
oye Dayra seguí tu sugerencia aunque no llenaba los requisitos (se pasaba el número de palabras y no publican nada que salga en otro medio...) y al día siguiente salió algo relacionado al tema en el "hoy por hoy"... coincidencia? we'll never know... jaja igual gracias por el cumplido, la mayoría de las veces pienso que abuso de su confianza porque tienen que leer mis cantinfladas...
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