hoy la mujer debe ser "elástica". la era de "neurótica" está acabando.
oimos música, proclamaciones sociopolíticas y chistes y todo indica lo mismo: cambiamos. giramos como el mundo mismo y cada vuelta es diferente. cada vuelta nos lleva como en una corriente, a veces tranquila, a veces turbulenta; en un círculo vicioso, una espiral.
se repite el loop, pero no la melodía. a esta se le van cargando cada vez más elementos y la de ayer nunca será igual a la de mañana. así crecemos.
permanece cierto e ineludible el hecho de que debemos ser elásticas, se levanta cauteloso para no ser sorprendido en plena luz del día. es más una verdad salvadora, un secreto que, no importa cuántas veces te lo digan, solo lo podrás descubrir tu sola.
elásticas para ser tiradas y estiradas por nuestros hijos, nuestros amantes, nuestros padres. para poder caernos y rebotar. para soplarnos y explotar en un grito lleno de amor y miedo y esperanza y que tiene aquel peculiar sabor a vida nueva.
elásticas para que todos los días, o por lo menos la mayoría, podamos salir con vida de la vida.